10/01/2019 eleconomista.es  10 min 🇪🇸 #150592

El trading de alta frecuencia se está 'cargando' los mercados: « Al final, todo explotará »

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  • Las empresas que necesitan coberturas de futuros salen perdiendo
  • "Los precios son más volátiles, más esquizofrénicos"
  • Los ordenadores 'inteligentes' podrían agudizar los movimientos del mercado

Foto de Dreamstime

8:14 - 13/02/2018

El high frecuency trading (HFT) y los algoritmos con los que trabajan estos ordenadores  están cambiando los mercados financieros. Aunque este tipo de herramientas informáticas afecta a todos los mercados, los de materias primas parecen ser lo que están sufriendo las consecuencias más drásticas. Algunos gestores de fondos que trabajan con commodities creen que "al final, todo explotará y nadie saldrá a tiempo".

Anthony Ward, conocido como Chocfinger, se ganó su apodo y su dinero con atrevidas apuestas en los mercados de cacao. Pero tras casi cuatro décadas negociando con futuros y cacao al contado, a veces con ganancias, a veces con pérdidas, Ward ha terminado tirando la toalla.

Ward culpa al auge de fondos automatizados y de la negociación financiera de alta frecuencia (que utiliza herramientas tecnológicas para intercambiar valores y tendencias) de que tanto él como otros conocidos inversores en los mercados de materias primas cierren sus fondos y busquen oportunidades en áreas en las que las máquinas no marquen la diferencia.

¿Adiós a las coberturas con futuros?

Aunque las compraventa automatizada de valores financieros no es nueva, Ward y otros inversores argumentan que su uso de manera constante ha alcanzado un punto de inflexión que está distorsionando los precios y creando incertidumbre, no solo para los inversores, sino para las empresas de chocolate, fabricantes de vehículos y otras firmas que dependen de las materias primas.

Fue en enero de 2016, tras un descenso en los precios del cacao, cuando Ward decidió que estaban contados los días en que los inversores tradicionales de materias primas ganaban dinero tomando posiciones en aspectos fundamentales del sector como la oferta y la demanda.

"Fue demasiado grande, demasiado rápido, demasiado dramático. Y completamente en contra de los elementos fundamentales del sector", explica Ward a Reuters.

Los mercados de materias primas cayeron de manera generalizada un mes después de que unos débiles datos de producción industrial en China. Esta situación aumentó los temores a una menor demanda del mayor consumidor mundial de materias primas.

Ward culpó a la caída del cacao de lo que consideraba unas ventas mal concebidas por parte de los fondos dirigidos por ordenadores que reaccionaban a los datos chinos, a pesar de que China tiene un impacto mínimo en el mercado del cacao.

Escasez de cacao y precios a la baja

"Los fundamentos reales del cacao eran extraordinariamente alcistas en enero de 2016. Habíamos pronosticando que llegaría el harmatán (un viento seco del África occidental) más grande de la historia, que es exactamente lo que sucedió".

Su predicción de que un harmatán cálido procedente del desierto del Sáhara afectaría a las cosechas en Costa de Marfil y Ghana e impulsara al alza los precios del cacao. Sin embargo, el mercado de cacao se derrumbó.

A finales de 2017, Ward cerró el hedge fund que había invertido en los mercados del cacao y el café durante años. Y a finales de enero, cerró el fondo inversión en materias primas Jamison Capital Partners, dirigido por Stephen Jamison. Estos expertos comentan a los inversores que el aprendizaje automático y la inteligencia artificial han eliminado las oportunidades de contratación a corto plazo, mientras que las materias primas no ofrecían ventajas obvias a largo plazo.

También en 2017, el famoso operador de los mercados de petróleo Andrew Hall, que ganó 100 millones de dólares en 2008, puso fin a su principal fondo Astenbeck Commodities Fund II.

Este experto aseguró en una carta anterior a los inversores, que la volatilidad extrema causada por los "inversores no tradicionales y la contratación algorítmica" hacía difícil mantener posiciones a largo plazo cuando el mercado se movía contra ellos.

En 2016, Michael Farmer, socio fundador del fondo Red Kite especializado en cobre, también acusó a los operadores de alta frecuencia de utilizar ordenadores ultrarrápidos para distorsionar el mercado y obtener una ventaja injusta.

¿Distorsión?

Otros inversores se han refugiado en sectores relacionados o han abandonado las materias primas del todo, exasperados por la negociación automatizada que mueve aproximadamente la mitad del la compraventa de futuros de materias primas de EEUU.

Un estudio de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de Estados Unidos muestra que los intercambios sistematizados por ordenadores en la bolsa de futuros más grande del mundo, CME Group, representaban el 49% del volumen en contratos agrícolas y el 58% para algunos contratos de energía.

Al mismo tiempo, los datos de la consultora Hedge Fund Research muestran que los hedge fund obtuvieron de media una rentabilidad del 8,64% en 2017, pero los fondos especializados en materias primas tuvieron rendimientos de solo el 0,43%.

Ward estima que en el pasado la contratación automatizada distorsionaba el mercado en entre un 10% y 15% de los precios (que en principio estaban justificados por los fundamentales), un porcentaje que consideraba irritante pero a menudo manejable, ahora puede llegar al 25 o al 30%.

Los fondos que funcionan con algoritmos y que están sistematizados usan potentes ordenadores para tomar decisiones después de procesar grandes cantidades de datos, o realizan operaciones ante señales que emiten los mercados con los precios y tendencias, a través del análisis técnico y de los fundamentales.

Los que utilizan fondos automatizados argumentan que inyectan una liquidez que es muy necesaria y beneficiosa en los mercados, mientras que capturan la dinámica del mercado de manera más eficiente que las estrategias tradicionales de compraventa de valores.

Farmer y otros expertos aseguran, sin embargo, que es injusto que las bolsas permitan que los grupos de negociación de alta frecuencia (HFT por sus siglas en inglés) tengan plataformas y superordenadores en el mismo centro de datos donde están ubicados los servidores de los mercados.

Argumentan que esto le da a las HFT la pequeña ventaja que necesitan para adelantarse a las órdenes entrantes, replicando de esta manera los movimientos. Los inversores tradicionales dicen que esto agudiza los movimientos del mercado y, a su vez, les hace más costoso protegerse cuando los movimientos de precios van en contra de ellos.

La otra cara de la moneda

Los gestores de fondos sistematizados o automatizados ven el auge de su sector como parte de una tendencia que está transformando no solo a los mercados financieros sino a la sociedad en general, con el advenimiento de la inteligencia artificial, los robots y el aprendizaje automático.

"No lo siento mucho por ellos (los gestores de fondos tradicionales)", explica Anthony Lawler, codirector de GAM Systematic, el departamento de análisis cuantitativo del gestor suizo de patrimonio GAM Holding, que gestionaba activos de 148.400 millones de francos suizos (158.000 millones de dólares) a finales de septiembre.

"La información, que solía ser costosa, difícil de conseguir, no fácilmente compartida, ahora es omnipresente. Es realmente alucinante la profundidad de los datos disponibles", se jacta Lawler.

"Eso significa que es mucho más difícil tener una ventaja informativa y da un margen al inversor que puede digerir y analizar los datos más rápido".

GAM Systematic, que tenía 4.300 millones de activos a finales de septiembre, considera a las materias primas productos como uno de los muchos mercados que analiza en busca de oportunidades mediante el procesado de datos, como pueden ser previsiones meteorológicas y datos de buques de mercancías que muestran lo llenos que van los barcos.

Reconoció que los algoritmos pueden conducir a errores y una generalización excesiva, pero dice que eso solo debería abrir oportunidades para los gestores de fondos tradicionales.

"Si usted es un gran operador activo, siéntese al margen y espere a esas equivocaciones... Estaría muy feliz si ese operador está aprovechando algunas de esas decisiones erróneas", sostiene Lawler.

Los fondos sistematizados también toman decisiones basadas en la estructura y los niveles técnicos de los mercados. Algunos analistas argumentan que los mercados absorben información fundamental antes de que muchos analistas la conozcan y los fondos automatizados son simplemente más eficientes.

"Solía hacer un montón de análisis fundamentales cuando estaba en renta variable y me di cuenta de que realmente no importa, era una pérdida de tiempo", asegura Guy Wolf, jefe global de análisis de mercado en el bróker de materias primas Marex Spectron.

"La verdad es que el análisis fundamental es efectivamente el trabajo de un historiador, que busca dar una explicación a algo que ya ocurrió", explica.

Mercados esquizofrénicos

Algunos gestores de fondos y analistas dicen que las transacciones informatizadas han ganado peso en las materias primas porque otros agentes, como los bancos y los fondos de pensiones, han reducido la exposición al sector.

Los activos globales de materias primas en manos de gestores de fondos se redujeron a la mitad entre 2012 y 2015, a menos de 200.000 millones, aunque el total se ha recuperado levemente hasta los 300.000 millones en la actualidad, según Barclays.

"Hay menos liquidez, y por lo tanto los precios son más volátiles, más esquizofrénicos, debido a la salida de tantas partes del mercado a la vez", argumenta Robin Bhar, jefe de análisis de metales del banco francés Societe Generale.

No todos los que han cerrado fondos de materias primas culpan a los ordenadores. "O lees mal la información o tienes mala información", explica Christophe Cordonnier, cofundador del fondo Belaco Capital en 2012 tras trabajar en el departamento de materias primas en Societe Generale.

Cordonnier asegura que Belaco Capital tomó una mala decisión en el momento menos oportuno, lanzando el fondo en 2012 y contando con una recuperación económica global que pretendía impulsar las materias primas. Después de que no se materializó el rebote, el fondo cerró en 2015.

Otros gestores de fondos han sobrevivido gracias a la creatividad, como Christoph Eibl, director ejecutivo de Tiberius Asset Management, que ha reducido drásticamente la posición en los activos de materias primas que gestiona desde 2.500 millones de dólares hasta unos 350 millones.

"Hace siete años comenzamos a diversificar nuestros negocios", sentencia Eibl. Ahora dirige un negocio de comercio de metales con un volumen de negocios de más de 1.000 millones de dólares al año, opera minas de tungsteno y estaño en África y Asia y pronto lanzará una criptomoneda respaldada por metales.

Siempre dispuesto a asumir riesgos, Ward todavía tiene previsto volver a negociar cacao y café, pero solo con su propio dinero, mientras busca oportunidades en los mercados físicos de materias primas.

"Al final, todo explotará porque cuando hay un gran problema, cuando llegue un cisne negro, no podrán salir. Será un desastre", señala Ward, que cree que al final sucederá algo con lo que nadie cuenta y que será rápido y letal para los mercados.

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