07/07/2024 strategic-culture.su  6min 🇪🇸 #252068

Occidente intensifica la instrumentalización de Guyana

Raphael Machado

La situación se ve como una amenaza a la soberanía nacional venezolana porque, de hecho, los límites marítimos entre Venezuela y Guyana nunca se han fijado.

Escríbenos: infostrategic-culture.su

La cuestión del Esequibo y el papel geopolítico de Guyana se convirtieron en un tema debatido internacionalmente una vez más en diciembre del año pasado, cuando surgieron informaciones sobre la posibilidad de la apertura de bases militares estadounidenses en la región del Esequibo, y Venezuela reaccionó elevando el tono de su reivindicación histórica sobre ese territorio.

Las tensiones entre Venezuela y Guyana aumentaron, avivadas también por EE.UU., mientras el gobierno de Nicolás Maduro organizaba un referéndum consultivo sobre la posición del pueblo venezolano respecto al Esequibo. El 95% de los 10 millones de votantes participantes votaron a favor de la reivindicación de la región, y los movimientos de tropas de ambos lados de la frontera hicieron creer a muchos que un conflicto militar era inminente.

No obstante, el encuentro entre Maduro e Irfaan Ali, Presidente de Guyana, pareció calmar los ánimos y confirmó que ambas partes están interesadas en una solución diplomática para esta controversia territorial de larga data.

Solo para recordar brevemente, la controversia se remonta al período colonial, cuando después de tomar a los holandeses la margen este del Río Esequibo, los británicos incitaron a colonos y misioneros a asentarse en la otra orilla, en la margen oeste, región hasta entonces legítimamente reivindicada por España. Como la región tenía baja densidad poblacional, los británicos gradualmente lograron asumir el control de esta zona a través de esta instrumentalización de la inmigración.

Este es el escenario que encuentra Simón Bolívar tras la independencia. Y pasaron años en intentos infructuosos de negociaciones hasta que la cuestión fue llevada a un tribunal arbitral internacional creado ad hoc. El mismo estaría constituido por dos jueces venezolanos, dos jueces británicos y un juez de un país neutral.

Pero las maniobras diplomáticas británicas condujeron a la sustitución de los jueces venezolanos por jueces estadounidenses, lo que Venezuela aceptó debido a la creencia en la doctrina del panamericanismo tan enfatizada por Washington, creyendo en Caracas que por el historial de guerras de independencia contra metrópolis europeas, EE.UU. estaría más identificado con Venezuela que con Gran Bretaña.

Venezuela pasó el siglo XX intentando revertir la decisión injusta y fue engañada, una vez más, por la "pérfida Albión" cuando, después de prometer rediscutir la cuestión del Esequibo, Londres simplemente dio la independencia a Guyana en 1966 y afirmó que el asunto ya no era de su incumbencia. Venezuela, por su parte, reconoció la independencia de Guyana, pero reconoció solamente el territorio al este del Río Esequibo como perteneciente al nuevo país.

Esta cuestión, sin embargo, no dejó de permear toda la política venezolana desde entonces, de modo que la reivindicación del Esequibo está arraigada en su ordenamiento jurídico y constituye, de hecho, un consenso. Ni siquiera la oposición venezolana, de línea atlantista, se atreve a renunciar a la reivindicación histórica del Esequibo.

Pero mientras Venezuela reanudaba discusiones sobre la cuestión buscando la mediación de la ONU en respeto a los Acuerdos de Ginebra de 1966, y discutía la reclamación llevada ante la Corte Internacional de Justicia, Guyana iniciaba una estrecha colaboración con el SOUTHCOM, así como comenzaba a abrirse a ExxonMobil.

Y es en los meses que siguieron a la reunión entre Nicolás Maduro e Irfaan Ali que vemos que lo que está en juego en la región no es un desacuerdo entre dos Estados nacionales soberanos, sino la presión de una megacorporación transnacional. Y esto podemos deducir del hecho de que ya en febrero de 2024, solo 2 meses después de la reunión entre Maduro y Ali, que redujo las tensiones entre los países, ExxonMobil anunció unilateralmente la intención de comenzar a explorar pozos de petróleo en los mares del Esequibo.

La situación se ve como una amenaza a la soberanía nacional venezolana porque, de hecho, los límites marítimos entre Venezuela y Guyana nunca se han fijado. En este sentido, ExxonMobil se aprovecharía de una situación de "zona gris" para implementar su praxis extractivista.

En la misma semana, el viceasesor de seguridad nacional de EE.UU., Jon Finer, y el director sénior del Secretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Juan González, se reunieron con autoridades del gobierno de Guyana para acordar el suministro de armas y diversos equipos militares para el país caribeño, incluyendo aviones, helicópteros, drones militares y radares.

Como justificación, se señaló la realización de supuestos ejercicios militares venezolanos cerca de la región del Esequibo, pero los propios movimientos militares venezolanos se produjeron en respuesta al hecho de que el SOUTHCOM había llevado a cabo maniobras en Guyana, incluyendo vuelos cerca del Esequibo ya en diciembre de 2023.

En este sentido, parece que ExxonMobil y el SOUTHCOM aprovecharon el diálogo entre los presidentes de Venezuela y Guyana, y las señales de desescalada que esto indicaba, para acelerar sus planes de militarización de Guyana y de expropiación de las riquezas del Esequibo.

Esta tesis se ve reforzada por el hecho de que, mientras Venezuela buscaba retornar al diálogo bilateral en los términos de los Acuerdos de Ginebra, EE.UU. intensificó sus provocaciones contra Venezuela, atacando su proceso electoral y, al mismo tiempo, avanzando con la militarización del tema del Esequibo.

En mayo, por ejemplo, mientras aviones F/A-18F sobrevolaban la capital de Guyana para demostrar su tutela sobre la región, en el espíritu de la Doctrina Monroe, la directora de estrategia, política y planes del SOUTHCOM, la Mayor General Julie Nethercot, visitaba Guyana para ampliar el grado de cooperación y coordinación militar entre los países, frente a Venezuela.

Ese mismo mes, Guyana participó en el Tradewinds 2024, un ejercicio militar caribeño guiado por EE.UU., que busca reforzar el papel del Caribe como "Mare Nostrum" hegemonizado por la hiperpotencia atlántica.

Una posible estrategia de EE.UU. es mezclar sinérgicamente las elecciones venezolanas con la cuestión del Esequibo, en el sentido de utilizar una deslegitimación de las elecciones venezolanas para fortalecer a nivel internacional la impugnación de cualquier reivindicación venezolana (aun si es meramente diplomática y/o comercial) en relación al territorio hoy ocupado por el gobierno de Georgetown y por ExxonMobil.

En la medida en que estas iniciativas atienden a intereses estratégicos del "Deep State" de EE.UU., correspondiendo a las acciones necesarias para que EE.UU. evite la transición multipolar y retenga suficiente preponderancia para seguir reivindicando un papel de liderazgo global, estas deben mantenerse independientemente de quién triunfe en las próximas elecciones presidenciales en Washington.

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